Los días pasaban y cada vez eran más las chicas que salían, que le ¨perdían¨ el miedo al mundo y al rechazo. Cada día aparecía una chica bisexual nueva. Bueno, al menos eso era lo que decían. Chicas que habían pasado de novio en novio, siendo el juguete de muchos y sólo habiendo estado con chicos para decir que tenían novio eran ahora las nuevas rebeldes de la sociedad. Quizás estaban confundidas, quizás solo querían atención. Esto era ahora una moda. Como un color que se convirtió en tendencia, como un estilo de cabello. Pero que estaba pasando con estas señoritas que de la noche a la mañana decían amar a chicas y hacer de su gusto sexual un tópico que todos pudiesen ver y comentar. Nada, solo popularidad. Solo eso, no puedes de la noche a la mañana cambiar en gusto así como si nada. No te puede gustar un pene en la mañana y una vagina en la noche si solo te gusta vivir de mañana. Trato de entender y no lo capto. Una broma quizás. Saben acaso estás chicas si quiera de lo que hablan, saben acaso que es querer y ocultar. Lo dudo. No tengo nada en contra de nadie, vivir amargado no es el centro de esto. Pero duele, hay gente allí afuera que siente y que pelea por algo tan simple y sencillo como la igualdad para que ahora de la nada aparezcan más personas que quieran pertenecer a cierto grupo de gente tan solo por moda, tan solo porque quieren atención de alguien, tan solo porque quieren un poco de popularidad.
Pronto serán las 2 de la mañana, bebo una mimosa y me doy cuenta que lo mejor es estar fuera del mercado. Solo pero fuera del mercado para todos.
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