3/19/2012

El chico que llegaba tarde

Aún me atormentan las emociones fuertes. Mi vida ha sido extraña en cierta manera, sin embargo, puedo decir que soy un adolescente muy afortunado; a diferencia de otros adolescentes que se hacen infinitos nudos en la garganta y se tiran de los cabellos cuando sufren alguna decepción amorosa o cuando algún problema de matemáticas no les sale bien, a mí simplemente me resbala. Claro esta que no puedo negar también haberme sentido así; pero, en mí era distinto.